¿Cómo enfrentar la crisis económica en tiempos del Covid 19?

Este 2020 ha sido uno de los años más difíciles y el sentimiento de desesperanza se siente en distintas esferas de la sociedad. Los expertos han pronosticado una crisis económica que quizá ya hayamos empezado a sentir. Sin embargo, más que angustiarnos vamos a enumerar una serie de consejos para optimizar de forma responsable nuestro consumo y los recursos que tenemos. De esta manera iremos haciéndole frente a los problemas económicos que podamos presentar.

Lo primero que haremos será un análisis de nuestra situación económica actual. Se trata de una radiografía donde veremos cuáles son nuestros ingresos, si somos empleados y nuestro ingreso es un sueldo fijo, estable o si somos independientes y nuestros ingresos son variables. Si tu caso es el segundo, adicionalmente, deberás sacar un promedio de los ingresos que has recibido durante los últimos 6 meses para obtener un valor fijo del que podrás hacer uso. Esta es apenas la primera parte del análisis, lo que haremos después es organizar nuestras obligaciones por orden de importancia. Con obligaciones hacemos referencia tanto a las deudas que poseemos como a los gastos mensuales que siempre estarán como por ejemplo, pago de alquiler, alimentos, servicios públicos, educación, etc. En este punto ya sabes qué tanto dinero ganas vs el que gastas y podremos poner en marcha el siguiente paso.

La planeación es una estrategia para mejorar la situación financiera. Para esto vamos a fijar unos objetivos claros y razonables. Por ejemplo: Tenemos un crédito con un plazo de 24 meses en el que notamos un costo elevado por concepto de intereses que a largo plazo representan una gran pérdida de dinero. Vamos a revisar de qué manera podemos reducir estas cuotas. En  principio significa estar un poco apretados pero tendrá como fin mejorar nuestra economía. 

Después del primer paso, seguramente notaste que hay una fuga de dinero inexplicable. Como si mágicamente desapareciera una porción de tus ingresos sin saber como y no recuerdas haber gastado en nada. Aquí es donde conoces los gastos hormiga. Es una manera de llamar a esos pequeñas compras que realizas y que no venían en tus planes de gastos mensuales. Aparentemente un par de cervezas, la pizza del fin de semana e incluso el día que te levantaste tarde y para llegar a tiempo al trabajo debiste tomar taxi, representan gastos por fuera de lo planeado y debemos hacer conciencia de estos para minimizarlos al máximo. Se aconseja incluso crear un margen de gastos hormiga. Es decir fijar un límite que no podrás exceder por mes para asegurar el dinero de tus otras obligaciones.

Después de realizada la planeación y fijado un margen de gastos o gusticos que puedes darte cada mes, verás que seguramente quedó una porción de dinero sin un fin específico. ¡Espera! No te adelantes a hacer planes rápidos con el dinero que quedó libre. Este dinero debes dividirlo en dos bolsillos de ahorros, o cuando mínimo en uno. El primero será tu salvavidas para momentos de emergencia. El segundo sería para planes vacacionales,  clases de danza o cualquier otra actividad que no se realiza más que por el placer de llevarlas a cabo y que entran en la categoría de la recreación no menos importante en la vida de toda persona. Ahorrar es una de las actividades y hábitos más difíciles de adquirir.  Hacemos parte de una sociedad de consumo que nos crea necesidades constantemente. Para ahorrar se necesita desarrollar autocontrol. Además se necesita un grado de conciencia de que aquello que adquirimos, de que aquello en que invertimos de verdad es una necesidad y no es sólo otro gusto, otro antojo. Ahorrar implica un uso responsable de los recursos y este es el siguiente paso.

Optimizar los recursos va más allá del uso responsable del dinero. Esta, es sólo la primera parte. Estamos creando conciencia ambiental. Nos estamos preocupando por el medio ambiente, por el cambio climático, por la extinción animal y muchas esferas de la sociedad han migrado a cambiar modelos tradicionales, a formas de trabajo y de vida amigables con el medio ambiente. Sectores como el textil que tienen el mayor impacto ambiental planean modificar sus procesos de producción. A nivel industrial se habla de ecología desde la preocupación de todo un sector por el impacto que pueden causar sobre el medio ambiente. Pero, cómo podemos optimizar los recursos desde nuestro hogares. Empezaremos por emplear el concepto de reciclar. Qué objetos han perdido su uso y podemos emplearlos para otros fines. ¿Estamos cocinando de más y esos alimentos terminan en la basura? Tendremos que empezar a cocinar menos, a calcular mejor las porciones. ¿Nuestros servicios públicos tienen un valor elevado? Que tal reutilizar el agua del último enjuague de la lavadora para el retrete, limpiar el piso, lavar el coche. ¿Estamos dejando las luces encendidas durante el día? Porque no abrir bien las ventanas, desconectar el cargador cuando no lo estamos usando, apagar la televisión si nadie está mirando. Con estas simples actividades irás reduciendo de forma impresionante tus gastos y como un plus estarás ayudando al medio ambiente.

Este último es el resultado de los 5 pasos anteriores. El estilo de vida sustentable hace parte de la conciencia de saber usar sabiamente los recursos que disponemos. Del control de los impulsos a la hora de comprar e invertir. De planear y seguir con atención los objetivos propuestos de gastos y de crear conciencia y aportar desde cada hogar a mejorar las condiciones del medio ambiente. 

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